CAROLINA RODRÍGUEZ SUÁREZ
Arquitecto Técnico
google-site-verification=rwFjynomNdhtLvuM6FNRh8gUAXN3257S8gDSLWlDmMY
Contactar
Es importante optar por un buen diseño en el que se nos presenten las múltiples ventajas y el máximo aprovechamiento de este espacio para poder elegir el que mejor se ajuste a nuestras necesidades y al espacio disponible.
Una buena distribución de la cocina lo determina el espacio, el estilo de vida y la decoración de la vivienda, por lo que con la confección del diseño debemos conseguir una cocina funcional, ergonómica, lógica y con un esquema óptimo de distribución.
Este tipo de distribución es perfecta para cocinas largas y estrechas o con dos puertas opuestas. Su distribución permite aprovechar al máximo el espacio y además carece de módulos de esquina que suelen suponer una pérdida de espacio.
Es importante dejar al menos un mínimo de 1.20 m entre las dos filas para poder abrir las puertas con facilidad y que no se golpeen entre sí.
Este tipo de cocina te permite aprovechar el espacio al máximo y garantiza que las distancias sean cortas entre unas zonas y otras. Si distribuyes cada zona en un frente, crearás el triángulo perfecto de trabajo.
En este tipo de distribución, es aconsejable no recargar de muebles altos y dejar la zona de trabajo despejada en altura, para evitar la sensación de encierro.
En líneas generales, es una opción perfecta para todo tipo de dimensiones.
Esta distribución admite el máximo aprovechamiento de la superficie, puesto que existe un espacio libre central que permite una mayor movilidad dentro de la estancia.
Este reparto de mobiliario en solo dos paredes genera la posibilidad de incorporar otros elementos como islas o mesas para un comedor de diario.
En general, son una buena opción para integrar espacios lo que ha provocado que sea una de las más demandadas actualmente.
Una cocina en L suele ser abierta y conectada con los ambientes contiguos, por eso, deberíamos elegir un mobiliario que permita aprovechar el espacio y almacenar lo máximo posible.
Las cocinas lineales son las más empleadas en los hogares, definiendo espacios abiertos que son tendencia en la actualidad.
Este tipo de disposición está distribuida a lo largo de una sola pared, dejando el resto de la estancia completamente libre, por lo que permite la integración de la cocina con otros espacios, unificando comedor, salón, cocina.
Su distribución proporciona cierta amplitud, la cual se vería amplificada si es abierta a otra estancia.
Una distribución lineal logrará dar más espacio de maniobra que cualquier otra distribución.
Esta distribución es muy utilizada en espacios angostos pero largos, y aunque no es la distribución más ergonómica, es fácil trabajar en ellas si los elementos estás correctamente situados. La cercanía entre las diferentes zonas de trabajo facilita las tareas.
Las cocinas con isla son un diseño que permanece en constante tendencia gracias a su estética y funcionalidad. Se suelen usar como elemento de transición entre la cocina y el ambiente contiguo cuando ambos comparten espacio. Esta estancia de nuestro hogar ha pasado de ser simple y práctica, a convertirse en un punto de encuentro.
La cocina se considera el espacio más llamativo y con más movimiento de un hogar, por eso, es tan importante elegir las opciones correctas.
Antes de iniciar un proyecto, debes pensar previamente en el espacio disponible, el estilo y la decoración entre otras cosas para llegar a un buen diseño.
Para una cocina con isla, es recomendable tener al menos 1.00m de distancia entre la isla y los otros espacios. En las islas se puede considerar la colocación la placa o fregadero, o simplemente un espacio para comer y almacenar.
Si nuestra planta es algo cuadrada y deseamos funcionalidad, comodidad y optimización del espacio, elegir una distribución de cocina en U es lo más favorable.
Las cocinas en U son una de las distribuciones más nos demandan en nuestras reformas de cocinas. Se trata de un diseño altamente funcional que permite aprovechar los espacios disponibles al máximo. Con esta distribución se obtiene un triángulo de trabajo casi perfecto, logrando casi equidistancia entre los tres puntos clave de la cocina. Así, la distancia que se mantiene entre el fregadero, el fuego y la nevera es bastante simétrica, y permite desplazamientos cortos entre ellas para facilitar el movimiento en la estancia.
La distribución consiste en ubicar las distintas áreas de trabajo, electrodomésticos y cajones en tres paredes contiguas, de esta forma, se obtiene una disposición en U, dentro de una habitación, con una única zona de entrada, salida y tránsito interno.
La península surge de la unión de la isla con los demás muebles de la cocina, y al igual que en la isla, sus funciones pueden ser variadas, pero normalmente se utiliza para separar ambientes.
En las cocinas con península, como en todas, es importante la iluminación. Lo ideal es que la luz de la cocina permita llevar a cabo las funciones propias de este espacio con comodidad.
Muchos dirán que las cocinas con isla y las cocinas de península son lo mismo, pero no, a pesar de ser muy similares su estructura, funciones y organización es diferente.
Las cocinas con península permiten ser diseñadas en espacios más reducidos y ese espacio que va pegado a la pared permite el almacenamiento de utensilios que en la isla central no se puede hacer ya que se debe dejar libre el espacio para un mejor tránsito.
Una vez determinada la forma de nuestra cocina, nos quedan un montón de elementos para jugar con nuestra imaginación. Podemos variar los colores y tonos de las paredes, el pavimento, la encimera y los muebles. Estas combinaciones harán de nuestra cocina un lugar único y especial.