Usos:

Se puede usar en zonas de interior y exterior, sin embargo, según donde se coloquen requiere una aplicación diferente. En caso de utilizarla en interiores, se recomienda un sellador penetrante, así mismo, hay que hacer brillar el mosaico con cera para protegerlo de cualquier mancha, agua, grasas, etc. En caso de verlo en zonas de exteriores, se debe proteger de los rayos del sol con un sellador penetrante para ayudarlo a preservar su color y brillo natural. 

Por último, si queremos colocarlo en zonas húmedas, baños, piscinas, etc. también debemos protegerlo con un sellador para conseguir mejor impermeabilización, además, se deberá aplicar una base acrílica tanto al material como a las boquillas. 

La herramineta principal para su elaboración es la Trepa, una plantilla de metal que determina la forma y la distribución de los colores. Su proceso de elaboración consiste en introducir la trepa en un molde de hierro e ir rellenando las distintas partes con el cemento pigmentado, según los colores elegidos. Una vez relleno todo los huecos, se retiran los separadores y se aplica una primera capa de arena y cemento a partes iguales, y posteriormente se añade una segunda capa de mortero de cemento.

Instalación.

No es muy diferente a la de la colocación de una baldosa cerámica tradicional, salvo que las baldosas hidráulicas son más sensibles a la formación de eflorescencias, por ello, hay que asegurar un buen aislamiento previo a la instalación. Es recomendable sumergir en agua los mosaicos durante su colocación para saturar la capacidad de absorción.  

Una vez colocadas, el brillo final, lo conseguimos mediante un cristalizado de toda la superficie, mediante una limpiadora o pulidora rotativa, es decir, debemos pulir el suelo.

Para finalizar con la instalación, es recomendable para su disfrute y mantenimiento, la impermeabilización de éste una vez que esté completamente seco.

MARÍA TABOADA GAVILÁN

Arquitecto Técnico

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