4. La belleza de los detalles antiguos
Las paredes de piedra, pinturas decapadas, o las piezas desgastadas con el tiempo pueden ofrecernos un aire nostálgico y bello a la estancia.
A un mueble antiguo por ejemplo se le pueden ofrecer una segunda vida, situándolo en un lugar de la estancia destacado, y decorándolo con una luminaria cálida, un espejo o un ramillete de flores, manteniendo su aspecto antiguo y desgastado de los materiales, ofreciendo la magia viva del pasado, y ambientando toda la estancia.